
Peluditos al borde de un ataque de nervios
¿Tu mascota está más nerviosa que un influencer sin wifi? Descubre aquí cómo saber si tu perro o gato está al borde de un ataque de nervios.
Señales de estrés en perros:
Bostezo Excesivo: Si tu perro bosteza más que tú viendo una serie aburrida, podría estar indicando estrés.
Lamido compulsivo: Si parece que tu perro quiere batir un récord mundial de lamidas, probablemente esté tratando de decir: “¡Ayúdame, humano!”.
Orejas hacia atrás: Orejas más caídas que tu ánimo en lunes pueden ser una señal clara de tensión.
Jadear como maratonista: A menos que haya corrido un maratón perruno, un jadeo constante sin razón aparente indica nerviosismo.

Señales de estrés en gatos:
Se esconden más que tus ahorros: Si tu gato vive más debajo del sofá que sobre él, podría estar estresado.
Exceso de acicalamiento: Si tu gato se lame tanto que podría protagonizar un anuncio de shampoo, probablemente esté angustiado.

Arañazos en muebles (más de lo habitual): Si tu sillón ya parece más rayado que una tarjeta vieja, ojo con el estrés felino.

Vocalización excesiva: Si tu gato habla más que tu tía contando chismes, quizás algo lo tiene preocupado.
Causas comunes del estrés:
Cambios repentinos en su rutina o entorno.
Visitas al veterinario (¡terror absoluto!).
Nuevos miembros en la familia (humanos o peludos).
Falta de estimulación o ejercicio (el aburrimiento también estresa).
¿Cómo ayudar a tu mascota?
Asegúrate de mantener rutinas claras y predecibles.
Proporciona espacios seguros para que puedan relajarse (o esconderse sin que los descubras en 3 segundos).
Juega con ellos regularmente para liberar tensión (y calorías de paso).
En casos severos, consulta a un veterinario (y prepárate para las miradas de traición eterna de tu mascota).
Si tu mascota muestra alguna de estas señales, no lo tomes a la ligera; recuerda que, aunque no paguen renta, merecen vivir sin estrés.
¡Mantén felices a tus peluditos, porque su tranquilidad vale más que todo en este mundo!